Buenas caballeros, retomo la esencia de esta serie con fotos que destilan elegancia y saber estar por parte del fotografiado, donde la clase rezuma por los poros, donde el ingenio alcanza cotas evolutivas insospechadas.

Las fotos de hoy son la prueba evidente de cómo dar solución a un terrible dilema, ¡qué hacer cuando quieres pintar el coche y tienes dudas entre dos colores!.

Estoy convencido que, el propietario del turismo en cuestión, a pesar de que no lo conozco, es una persona que sabe reflexionar, analiza pros y contras y sobre todo, sobre todo adopta decisiones salomónicas.

También habría que entrar a valorar la influencia de su cónyuge o novieta, que todo es posible en estos mundos de Dios.

Sin mas os presento el engendro:

Que no es feo, joer, es que es un quitanieves de un ayuntamiento pequeño.
Pero mira que sois maloootes

Señores mírenle el lado positivo, ese seguro que no compra Vespas y no contribuirá a que suban los precios...

Como se puede hacer una foto a ese coche y que no salga movida.
Por dios.

Ese no es el coche fantástico Farruquito's version?
Y es que todavia nos pasa poco...

Vaya trasto mas feo!! Desde luego si buscaba llamar la atencion lo ha conseguido, je je (':)')

Duranium dijo:

[quote]Lo malo de hacer una foto de esas, es que pasa gente y se puede creer que la hago porque me atrae el diseño[quote]

Ay, esa reputación que te la estás jugando con esas fotitos...

De entrada no me gusta el tunning en "ausoluto" pero no me deja de aluciflipar algún atrevido diseño que veo por las calles con buén gusto y bién hecho, creo que se basan en algunos modelos de MicroMachine o esos de Matxbox y la verdad es que algunos son para quitarse el sombrero, pero el caso que nos ocupa es claramente el delirio de un daltónico con cataratas precoces combinado con un chapista cabroncete y una familia y novieta -La Jeny si la tuviera- que quieren poco al pobre diablo animándole cuando sugirió el diseño a que hiciera realidad su sueño.

A éste le ladran los perros por las calle -y no precisamente por el perreo de la música que lo acompaña-.

En definitiva, más feo que un pié sin uñas, he dicho.